lunes, 22 de julio de 2013

Primer encuentro de Noah y Mara desde el punto de vista de Noah


Su voz se enrosco alrededor de mis nervios.

Un alto inmediatamente familiar con un gruñido ligero da a sus palabras un borde ligeramente sarcástico. La última vez que lo escuché fue en Wall con Kent, porque no podía entrar sin mí y yo estaba aburrido como la mierda... ¿Por qué no?

El salón estaba lleno-las hordas de turistas que descendieron en South Beach ,en diciembre,como perros salvajes, pero me deslicé entre George, Tyler, y Antoine (gorilas uno, dos y tres) sin dificultad.

Kent había traído dos amigos a lo largo de Pine Crest, yo ya había olvidado sus nombres.

El trío se quedó con la boca abierta cuando vio a las modelos que bailaban se retorcían con la música sintética en una nube de humo falso. Un camarero nos llevó a la parte trasera. Me deslicé en el sillón de cuero y puse mi tarjeta negra sobre la mesa, inclinándome hacia atrás y cerrando los ojos después de haber pedido.

Podía sentir la música debajo de mi piel. Y aunque era atroz, había llegado a encontrar el volumen en los clubes casi relajante. Me ahogue con el sonido de las cosas que no debería ser capaz de escuchar, pero podía. Corazones acelerados,respiraciones y las notas de vida que se mezclan todos juntos en una sopa de ruido discordante.

Nuestras bebidas llegaron finalmente y abrí los ojos para encontrar a dos rubias altas y angulosas -gemelas, tal vez- que trenzan alrededor de la otra y que bailan a pies de distancia de nosotros.

Una de ellas me da una mirada, y luego le habla a la otra en ruso. Ellas se presionan entre sí al ritmo de la música.

Kent y sus amigos están fascinados, yo, al contrario, estaba aburrido 

Me recosté en el asiento, con las piernas estiradas hacia fuera, y me pregunte si podría dormir. Pero una de las chicas se mueve más cerca. Me estaba mirando para ver si la estoy viendo.

Levanto mi copa y tomo un sorbo de whisky. La chica está ahora peligrosamente cerca, bailando entre mis piernas. Si no rompía el contacto visual, en seis segundos va a arrodillarse.

En el cuarto segundo, miro hacia otro lado.

La chica se mueve hacia atrás, hacia la multitud, pero echa un vistazo por encima del hombro. Está herida.

Mejor de esta manera. Quiere conexión, y no me puedo conectar, ni con ella ni con nadie.

Kent dice algo obsceno a través de la música y considero golpearlo para romper el tedio, por no hablar del hecho de que él se lo ha merecido por tanto tiempo.

Me las arreglo para resistir, a duras penas, y tomar otro sorbo. La quemadura del Whisky alivia mi lengua y mi garganta aunque no alivio nada más. No he sido capaz de estar correctamente borracho en dos años, no desde -esa noche. 

Lo extraño. ¿Qué no daría yo para hacer que el tiempo y el pensamiento se deslizaran fuera?.

Minutos o segundos después, no lo sé, he oído su voz. Un grito silencioso. Una súplica. El miedo y la rabia se torcieron en dos palabras:

Sácalos, Saquenlos!

Mis palpitaciones y los dolores de cabeza se hacen cada vez mas fuertes y cada músculo de mi cuerpo se siente adolorido. No veo nada al principio, después fuera de la oscuridad, unas manos. Manos presionado contra algo -una pared, un techo- está demasiado oscuro para ver. Uñas pequeñas, sucias, dedos delgados y femeninos. Los miro como si fueran míos. Los empujo contra la pared.

La pesadilla termina; Esta es la número tres. 

En las dos pesadillas anteriores había visto las cosas como el asesino y sentí como si yo hubiese matado completamente jodido.

El pensamiento me hace sonreír. Como si no hubiera estado jodido por años

Y ahora, ya han pasado dos meses, y mis problemas parecen haber desarrollado una vida fuera de mi cabeza. Mientras estoy sentado en la mesa de Picnic de la escuela no miro hacia arriba para ver quien está golpeando la máquina expendedora hasta que escucho esa voz, y cuando lo hago, me inclino hacia arriba y la veo a ella. La chica está más enojada que molesta, como si el mal funcionamiento de la maquina fuera algún tipo de injusticia personal. Ella la patea de nuevo.

"Tienes un problema con el manejo de la ira", le digo.

Ella está ahí en jeans oscuros que serían indecentes si no los usara tan a la ligera, con una suelta y desteñida camiseta negra que resalta su piel crema. No es de Florida, es claramente nueva y hermosa. Casi rio a carcajadas

Y con esa mirada en su cara como si no le importa un carajo lo que pienso de ella. Lo que sólo hace que mi sonrisa sea más amplia.

Ella me considera un buen momento, y sus cejas se juntaron. Luego gira la cabeza, mirando por encima del hombro. Cuando lo hace, me deslizo lejos.

La chica había salido de mi pesadilla y entró a mi vida. Necesitaba saber por qué. Tenía que conocerla.

Las cosas estaban a punto de ponerse interesantes.







Capitulo traducido por Mara Dyer Spanish

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